CHÂTEAU DE CURZAY

CHÂTEAU DE CURZAY

Al cabo de una renovación que duró cuatro años, Château de Curzay está listo para reabrir sus puertas y dar la bienvenida a viajeros exigentes a quienes les guste relajarse, reconectarse con la naturaleza y disfrutar de la vida en la campiña francesa; un lugar ideal para encuentros entre amigos y familias.

Los interiores y paisajes fueron diseñados con esmero e ingenio, y se reinventaron con un guiño al majestuoso pasado del castillo, incluyendo comodidades de la vida moderna, y creando una atmósfera privada, tranquila y sofisticada.

La propiedad ha sido residencia de diferentes familias aristocráticas a lo largo de la historia, desde los edificios medievales construidos en el siglo XII, pasando por la concepción y construcción del castillo por la Marquise de L’Hôpital en 1710, hasta la adquisición y renovación en 1783 por los Vizcondes de Curzay, permaneciendo en la misma familia hasta 1991, con una dramática ocupación durante la Segunda Guerra Mundial.

Al entrar al castillo por el vestíbulo – un preludio cálido y acogedor a la extensa planta baja – descubrimos el ‘Grand Salon’ o sala principal, con su exquisito techo neorrenacentista de yeso esculpido y paneles de madera, la imponente chimenea de mármol, ofrece una atmósfera relajada y suntuosa; los huéspedes pueden relajarse y disfrutar de la historia de la habitación. Adyacente se encuentra el ‘Petit Salon’ con su encantador bar y chimenea, una sala hecha para conversar; y la biblioteca, un mágico gabinete de curiosidades que exhibe cientos de libros, revistas y objetos para que los huéspedes puedan admirar.

En el ala sur de la planta baja, el gran comedor alberga una impresionante mesa de estilo monasterio para 12 personas y vitrinas originales de estilo Luis XIII intrincadamente talladas. Junto al comedor, se encuentra la soleada sala de desayunos; y el salón de juegos con su grandiosa chimenea, mesa de billar, mesa de póquer y juegos de mesa.
El castillo está repleto de tesoros que van desde piezas de arte originales del siglo XVIII hasta antigüedades y muebles coleccionados por el propietario, procedentes de muchos rincones del mundo, incluidas piezas de Serge Roche, Adenay, Picasso y Georges Jouve.

Subiendo por la gran escalera, que conserva esculturas talladas originales, se encuentra el ‘Piano Nobile’ o piso Real, que alberga las cinco habitaciones exquisitamente decoradas.
Con capacidad para un total de 12 personas, las habitaciones, con baños privados, fueron diseñadas de forma única hasta el último detalle para resaltar el encanto de los espacios originales. Acentuadas por una cuidada colección de antigüedades, lujosas telas, muebles, alfombras y una iluminación exquisita, cada habitación ofrece vistas a los extensos prados del lado este de la propiedad.

El castillo ofrece muchas oportunidades para la relajación y la contemplación, pero una estancia tranquila se puede complementar con actividades más animadas, como un partido de tenis en la cancha de nivel competitivo y a sólo un minuto a pie del Castillo. Visite el huerto y el huerto de la propiedad; sumérjase en la piscina y relájese bajo el sol; realice un largo y aventurero paseo por senderos en el bosque entre imponentes árboles, o navegue en kayak por la propiedad en el río Vonne.
Para los amantes de las actividades ecuestres, se puede organizar un paseo a caballo. Su mayordomo también puede organizar visitas y recorridos locales, sesiones de golf, clases de cocina y servicios de spa en la comodidad de su propia habitación.

Chàteau de Curzay ofrece un ambiente apartado ideal para cualquier celebración íntima o reunión de amigos y familiares, mientras que los terrenos de la propiedad son el telón de fondo perfecto para cualquier evento.

Por favor escriba a reservations@hotelesencia.com para reservar esta propiedad excepcional.